Aqui la resposta:
Si hubiese escrito esto antes de hacer las dos primeras clases, seguramente
no hubiese enfocado la definición del concepto más allá de “aquel tiempo
indefinido que tiene lugar después del presente” (creo recordar una definición
así en uno de los “powers” presentados en clase). Sin embargo, y sin dejar de
pensar que esa definición la sigo viendo válida, pienso que tiene mucha fuerza la idea de que, según como se mire, el
futuro es más presente de lo que técnicamente parecería. O aún más, lo “usamos”
de una manera muy similar al pasado en el momento en que tomamos decisiones (de
cualquier calibre, pero sobre todo las de mayor trascendencia, o las que
implican en mayor medida algo futurible). Todo esto vino a partir de la frase
“nuestros actos en el presente están muchas veces (sino siempre) basados en el
porvenir que (creemos) nos depara”. En mi opinión, no sé si es algo puramente
humano, socialmente construido o genéticamente condicionado, pero creo
firmemente que uno de los grandes deseos de cualquier humano (desde el momento
en que somos conscientes que somos seres mortales) es el de dejar huella, el de
hacer algo que perdure más allá de nuestra limitada vida biológica.
A día de hoy, examinada esta frase en mi mismo no me cabe la menor duda que estamos continuamente tomando decisiones sujetas a nuestras especulaciones del futuro y sus consecuencias. Quizás el pasado, o la mochila de vivencias y recuerdos que vamos albergando, nos sirve para afinar mejor que probables futuros nos puedan ocurrir dentro de los futuros posibles que imaginemos (que a su vez pueden diversificarse cada vez más a partir del conocimiento que nos brinda nuestro pasado).
A día de hoy, examinada esta frase en mi mismo no me cabe la menor duda que estamos continuamente tomando decisiones sujetas a nuestras especulaciones del futuro y sus consecuencias. Quizás el pasado, o la mochila de vivencias y recuerdos que vamos albergando, nos sirve para afinar mejor que probables futuros nos puedan ocurrir dentro de los futuros posibles que imaginemos (que a su vez pueden diversificarse cada vez más a partir del conocimiento que nos brinda nuestro pasado).
Toda esta reflexión, sin lugar a dudas, está basada en el supuesto de una
concepción lineal del tiempo, una concepción muy occidental.
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